jueves, 7 de octubre de 2010

Guerra interior del sistema de defensa


Como si no bastara con el asedio externo de disímiles dolencias, el sistema inmunológico propicia, de esta manera, la aparición de este tipo de afecciones o, lo que es lo mismo, una especie de combate interior, dividido en sistémico y órgano específico.

De acuerdo con el inmunólogo Sergio Arce, del Centro de Inmunología Molecular (CIM), de Cuba, las enfermedades autoinmunes sistémicas se producen cuando múltiples órganos resultan dañados. Entre este grupo, ejemplifica, se encuentra el lupus eritematoso sistémico, "en el que la diana del daño puede estar en los pulmones, el corazón, los riñones, entre otros órganos".

Explica también que “en las llamadas órgano específicas no ocurre este perjuicio, sino que el blanco son determinados órganos". Entre ellas cita a la diabetes mellitus, que cursa con hiperglicemia y la destrucción de las células productoras de insulina, ubicadas en el páncreas.

También menciona al hipotiroidismo, causado tras el ataque de los linfocitos a las células productoras de las hormonas tiroideas, reguladoras del metabolismo. El médico precisa que, cuando los linfocitos estimulan a dichas células para que produzcan más hormonas, entonces aparece el hipertiroidismo.


Detalla, asimismo, que si el órgano perjudicado es el hígado, se produce una hepatitis crónica y, si se dañan las vainas protectoras de las vías nerviosas dentro del sistema nervioso central, entonces aparece la esclerosis múltiple.



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Enfermedad Autoinmune

Una enfermedad autoinmune es una enfermedad causada porque el sistema inmunitario ataca las células del propio organismo. En este caso, el sistema inmunitario se convierte en el agresor y ataca a partes del cuerpo en vez de protegerlo. Existe una respuesta inmune exagerada contra sustancias y tejidos que normalmente están presentes en el cuerpo. Las causas son un tanto desconocidas, pero está relacionada con el reconocimiento proteico entre las superficies de las membranas celulares del sistema inmunitario y las que forman el organismo. Así, cuando las glucoproteínas de reconocimiento no coinciden, el sistema inmunitario comienza a atacar al propio organismo. La causa por tanto, tiene que ver a veces con la predisposición o mutación genética que codifican proteínas diferentes bien en las células inmunitarias u orgánicas.